Avilés, Villa del adelantado, cuna de Pedro Menéndez descubridor de La Florida conserva a día de hoy uno de los centros históricos más llamativos del norte español. Para los visitantes será probablemente una sorpresa inesperada. No solo destaca la veteranía de sus edificaciones sino la autenticidad de sus calles, muchas de ellas soportaladas, a modo de claustros que dan forma al corazón de la ciudad, y que convierten esta villa en el mayor espacio porticado de toda Asturias.
Acceso
Podemos llegar al corazón de Avilés en tren. El trayecto desde Perlora lleva unos 22 minutos. La estación de Perlora está a 10 minutos a pie de los apartamentos (ver apartado de transporte público). Si vamos en coche son 18 kms que nos llevarán 22 minutos aproximadamente. Hay un parking muy bien situado bajo la Plaza del Ayuntamiento.
Descripción
El epicentro de Avilés está en la plaza del Ayuntamiento y desde allí parten sus calles más características. Nombres de calles como Galiana, Rivero, La Ferrería, Bances Candamo, La Cámara, La Fruta, San Bernardo o La Estación quedarán grabadas a fuego en tu memoria viajera, cuando recorras el Avilés histórico donde contemplarás lugares tan emblemáticos como el palacio de Valdecarzana, la iglesia románica de los Padres Franciscanos, la Iglesia Vieja de Sabugo y la de San Nicolás de Bari (ambas del siglo XIII), la plaza del Mercado, el Palacio de Ferrera (hoy convertido en hotel), la Fuente de los Caños de San Francisco, el Parque de Ferrera o la plaza del Carbayedo, entre muchos otros. Se vaya a comprar o no. el mercado de Abastos bien merece una visita.
Un lugar donde se nota la larga tradición de Avilés es Sabugo, el que fuera el barrio de pescadores desde la Edad Media hasta el siglo XX. La plaza del Carbayo y la vieja iglesia de Sabugo son los simbólicos emblemas y el corazón de este histórico barrio. Sabugo fue un barrio extramuros en la época medieval, y tardó mucho tiempo en integrarse en la ciudad, pero curiosamente hoy es la zona del Casco Histórico que más disfrutan los avilesinos en su vida cotidiana. Y también los foráneos por supuesto. Porque todo en Sabugo denota su vocación cosmopolita, desde su iglesia medieval, hasta la Mesa de Mareantes ubicada al lado del ábside, donde se reunía el gremio de pescadores para tomar las decisiones estratégicas sobre sus incursiones cantábricas, y donde Pedro Menéndez hizo el reclutamiento de marineros para sus expediciones transoceánicas.
El toque vanguardista en Avilés lo pone desde hace casi una década el Centro Niemeyer. Ubicado en la ribera más industrial de la ría ofrece a lo largo del año una intensa e interesante actividad cultural. Sin duda, el Niemeyer ha puesto la otra orilla de la ría de Avilés en el mapa del ocio y la cultura, y es ya un lugar de obligada visita en la ciudad.
Más información
https://www.turismoasturias.es/descubre/donde-ir/municipios/aviles
https://www.avilescomarca.info/
Cómo completar la visita
Podemos acercarnos a las playas cercanas: la de Xagó y la de Salinas son las más conocidas. En esta última podemos comer en uno de los restaurantes con estrella Michelín de Asturias, el Real Balneario
Para comer en el propio Avilés la oferta es amplia y de calidad. Algunos de los que podemos recomendar son Tataguyo, Casa Lin y Casa Alvarín como sidrerías con buena oferta de marisco, y Ronda 14 (cocina Japonesa Peruana).
Si estamos de visita en Semana Santa, recordemos que la de Avilés es la más antigua y famosa de Asturias.